lunes, 5 de marzo de 2018

Poemas de Machado


Aparte de lo que comentemos sobre este autor en clase, aquí os enlazo dos páginas webs muy interesantes acerca de Machado y su obra:




El primer poema que vamos a leer es precisamente su Retrato, en el que el propio poeta escribe una especie de autobiografía en verso (así, podremos conocerle mejor).

Con respecto al resto de poemas que tenéis que leer del autor, os los he clasificado en tres bloques (es muy importante que conozcáis las características de cada grupo):

  • Los inicios modernistas. En Soledades los poemas se centran en el “yo” íntimo del poeta, en sus sentimientos de angustia y melancolía. Son abundantes en estos primeros poemas los símbolos (la fuente, la tarde, el camino…), predomina en ellos la rima consonante y el lenguaje es rico en figuras literarias y en imágenes sensoriales. Tenéis que leer tres poemas de esta obra: “El limonero lánguido suspende”, “Las ascuas de un crepúsculo dorado” y “Era una tarde cenicienta y mustia”.
  • Poemas sobre España. En Campos de Castilla el poeta se centra ya más en la sociedad y en los problemas que atañen al país. El lenguaje está más depurado y prefiere la rima asonante (emplea mucho la silva, que es una combinación libre de heptasílabos y endecasílabos). Es muy frecuente que el poeta refleje las características negativas de España y de los españoles (atraso, ignorancia, pereza, rudeza…) a través de la descripción del paisaje castellano (amarillento, sin vegetación, árido…). Vais a leer tres poemas sobre España: “El mañana efímero”, “A orillas del Duero” (desde la tercera estrofa, porque es un poema muy extenso) y “Por tierras de España”.
  • Poemas dedicados a Leonor, su esposa difunta. Son poemas en los que destacan los sentimientos de soledad y nostalgia del poeta, que recuerda con pena los momentos vividos junto a ella en Soria. Estos poemas los incluyó en una segunda edición de Campos de Castilla. Vais a leer “Una noche de verano”, “Allá, en las tierras altas” y “Soñé que tú me llevabas”. También tenéis que leer el poema “A un olmo seco”, que Machado escribió cuando Leonor aún vivía pero ya estaba muy enferma, y el dedicado a su amigo José María Palacio, que también pertenecería a este bloque. El titulado “Otro viaje” os lo he comentado para que tengáis un modelo.

En el examen os pondré uno de los doce poemas para comentar.

OTRAS CURIOSIDADES SOBRE MACHADO

Como ya os he comentado, muchos de los poemas de Antonio Machado tienen una o varias versiones musicadas (Joan Manuel Serrat y Paco Ibáñez son los autores de la mayoría de ellas). En esta página, podéis encontrar, debajo de cada poema, un reproductor para escuchar las interpretaciones que se han hecho de él (podéis escuchar aquellos que vamos a leer en clase):
Por la curiosidad que suele despertar en vosotros el hecho de que Machado se casara con una joven de quince años (Leonor Izquierdo), aquí os dejo este vídeo sobre la boda ambos y su efímera felicidad:





Guía de lectura

[Esta guía es meramente una ayuda, no un comentario exhaustivo de todos los poemas; no hay mucha información sobre los recursos literarios ni sobre la métrica, que son aspectos que tendréis que repasar para el examen.]

El “Retrato” es una especie de autobiografía en verso del poeta. Es el primer poema de “Campos de Castilla” y funciona casi como una presentación. Hay referencias a los lugares donde ha vivido (Sevilla, Castilla), a su vida amorosa, a su carácter, a su estilo literario, etc. La última estrofa se puede leer en su tumba y fue bastante profética, porque desde luego Machado murió “ligero de equipaje”.

En el poema “El limonero lánguido…” el poeta está recordando una tarde de marzo de su infancia. Aparecen en el poema símbolos que con frecuencia se asocian a la niñez del poeta, como el patio, la fuente y el limonero. Podríamos decir que el tema es el recuerdo nostálgico de la infancia y de su inocencia, pues en el episodio que recuerda se advierte la inocencia del niño que fue (pensaba que había limones en el fondo de la fuente y metía las manos en ella intentando alcanzarlos, pero lo que pasaba en realidad era que se reflejaban en el agua). Aparte del simbolismo, en el poema hay otros rasgos del Modernismo de Machado, como los recursos literarios (“frutos de oro” es una metáfora que hace alusión a los limones, por ejemplo) y el hecho de que sea un poema muy sensorial: aparte de las imágenes visuales (“blanco muro”), hay otras que se refieren al tacto (“vagar de túnica ligera”) y muchas que remiten al olfato (“aroma de ausencia”, “fragancias vírgenes y muertas”, “el buen perfume de la hierbabuena y de la buena albahaca/que tenía mi madre en sus macetas”), pues los olores son muy evocadores y en este caso le hacen retrotraerse a su infancia. Esa tarde la recuerda como alegre, mientras que en el presente se siente solo y casi ha perdido la ilusión.


En el poema “Las ascuas de un crepúsculo morado” se describe una estampa muy típica del Romanticismo: hay una fuente redonda, de mármol, con una estatua de Cupido en el centro, y un ciprés al fondo. Además, está cayendo la tarde. Todos los elementos del poema simbolizan decadencia, soledad y muerte: las ascuas (porque son los rescoldos que quedan cuando ya se ha apagado el fuego, las cenizas), los colores (morado y negro), los cipreses (típicos de los cementerios), el agua estanca (cuando fluye suele ser vida, pero cuando está estanca, se la considera “muerta”), etc. Además, el Cupido es de piedra y “sueña mudo”, por lo que también se sugiere falta de amor, soledad. Todos estos sentimientos que se proyectan son muy frecuentes en Soledades. El lenguaje también es modernista: simbolista, descriptivo, colorista, sonoro (crepúsculo, marmórea).


Este poema (“Era una tarde destartalada y mustia”) se podría dividir claramente en las dos partes que aparecen delimitadas por el asterisco. En la primera de ellas, el autor compara la angustia que siente con una “tarde cenicienta y mustia” (aparece de nuevo la tarde simbolizando decadencia, tristeza) y afirma que no conoce su causa pero que recuerda que le acompaña desde niño. En la segunda parte, se dirige directamente a esa angustia, a ese dolor, y lo asocia a la soledad que siente, a que vaga perdido por el mundo sin tener certeza de si existe Dios (otro tema típico de la generación del 98). Para expresar esa soledad el autor se compara con varios elementos: un barco sin rumbo, un perro sin dueño, un niño perdido en una noche de fiesta… En el último verso se resume la causa de su angustia y de su dolor.


“El mañana efímero” es un poema sobre España que también podría dividirse en dos partes. En la primera, que es la más extensa, Machado hace una dura crítica de los españoles: destaca su holgazanería (“bosteza”), su falta de cultura (“embiste”), sus permanentes ganas de fiesta (“de charanga y pandereta”, “joven lechuzo y tarambana”), su gusto por tradiciones que el poeta considera anticuadas y atrasadas, como la tauromaquia (Frascuelo era un torero conocido en la época y el bolero es una prenda que llevan los toreros), su falsa religiosidad (hay muchas referencias a la religión: cerrado y sacristía, ora, sayón, María, sagradas tradiciones, calvas venerables y católicas), su falsedad (tahúr), su afición a los vicios (experta en el vicio al alcance de la mano)… En la segunda, que comienza con el nexo adversativo “Mas” (equivalente a “Pero”), el poeta se muestra esperanzado porque piensa que ese presente desalentador es pasajero y que una nueva España está llegando: se trata de una nueva generación de jóvenes que se “vengarán” de todo ese atraso y que sacarán el país adelante con su trabajo “(la maza”), su creatividad (“el cincel”) y su inteligencia (“la idea”).


Este poema (“A orillas del Duero”) es muy extenso. La parte que debéis leer la tenéis en una fotocopia que os entregué antes del anterior examen, en la que el poeta contrasta el pasado floreciente de la nación con su presente decadente. Por ello, el poema está lleno de antítesis: miserable / dominadora, madre / madrastra, capitanes / ganapanes. Hay que tener en cuenta que cuando habla de Castilla se está refiriendo a España (Castilla como esencia o “médula” del país). Hay referencias a lugares concretos de la geografía española, como es común en Campos de Castilla (habla del Duero, por ejemplo), y una descripción del paisaje castellano muy típica de la generación del 98, como también lo es el añorar la etapa de esplendor en que España era un país de conquistadores y un gran imperio (con el que terminó definitivamente el desastre del 98). El recurso literario que consiste en apelar a una realidad es el apóstrofe (aquí invoca a Castilla: “¡Oh, tierra triste y noble, […] como tus largos ríos, Castilla, hacia la mar!”). Los ríos son símbolo de vida, pero el mar lo es de la muerte.


“Por tierras de España” es una descripción muy crítica del prototipo de hombre campesino. Critica lo mal que cuida la naturaleza que lo rodea (incendia pinares, tala robledos…) y también describe su físico (pequeño, ágil, ojos pequeños, cejas pobladas) y su carácter, del que se resaltan las cualidades negativas (es malo, vicioso y, sobre todo, envidioso). La referencia al centauro y a Caín del final del poema insiste en la envidia (según la Biblia, Caín mató a su propio hermano, Abel, por celos). Es un tema frecuente en Campos de Castilla el del pecado de la envidia. También aparecen nuevamente descripciones de paisajes concretos (en este caso, se menciona Extremadura) en las que se destacan siempre los elementos más austeros y ásperos. El léxico del poema está cargado de connotaciones negativas, acordes con el pesimismo y la crítica que contiene.



“Una noche de verano”. Su métrica es como la de un romance. El estilo también es sencillo. Hay una clara personificación de la muerte y se plasma cómo se llevó a Leonor, rompiendo así la unión entre ambos.



En este poema (“Allá en las tierras altas”) Machado sueña que está de nuevo en Soria paseando con Leonor. Hay descripción del paisaje castellano, con referencias concretas (Soria, Duero, Moncayo) evocado en sueños, y un diálogo imaginario con la amada muerta. Lo escribió cuando ya vivía en Baeza (Jaén): lo sabemos porque al final hace alusión a los olivares típicos de Andalucía y porque dice “la tierra mía” (y el nació en Sevilla). Los dos últimos versos resumen en una especie de gradación cómo se siente el poeta sin su amada.



En “Soñé que tú me llevabas” el poeta nuevamente sueña con que está con Leonor paseando por Soria. Siente el sueño como algo real, hasta le parece que la oye y que siente su mano. En los dos últimos versos expresa la esperanza de que tal vez haya algo después de la muerte y puedan reencontrarse algún día. Tanto la métrica como el estilo son sencillos: hay anáforas, paralelismos, epítetos, comparaciones… pero ningún recurso entorpece la comprensión del poema. La métrica es nuevamente la propia de un romance.



El poema “A un olmo viejo” lo escribió Machado cuando Leonor aún no había fallecido pero estaba ya gravemente enferma. El poeta se fija en que con la llegada de la primavera a ese olmo centenario que ya estaba medio podrido le ha salido una ramita verde. Es una forma de expresar que sueña con que algo parecido le pase a su esposa, que la primavera obre también un milagro con ella. Hay también descripción del paisaje soriano donde se encuentra el olmo.



Este poema “A José María de Palacio” tiene forma de carta dirigida a un amigo que Machado dejó en Soria. Le escribe para preguntarle (son interrogaciones retóricas) si está llegando ya la primavera a Soria y aprovecha así para hacer una descripción muy lírica de cómo recuerda la llegada de esa estación. Al final del poema hay una súplica: le pide que suba al Espino, que es donde está enterrada Leonor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario